jueves, 15 de octubre de 2009

Lamentable


Independiente aplastó a River en un lapso no mayor a 25 minutos. Llegó 3 veces, hizo 3 goles. No resulta difícil encontrar las razones de una nueva derrota, en este caso de local y contra un rival que hacía muchísimo tiempo no le ganaba a esta camiseta.
La evidente falta de categoría de Sánchez para rechazar una pelota sin pifiarla tirándola al córner. La desorientación de Navarro para descolgar un cabezazo bombeado. La repetida falta de personalidad de Villagra para imponer el cuerpo y ganar la posición y no perder la pelota en el área. La notable carencia de calidad de Coronel. Los 110 kilos de Fabbiani que no le permiten coordinar las piernas para empujarla a un metro del arco. La apatía de Galmarini. El frío de Archubi. El desconcierto de Bou. Los nervios de Buonanotte.
Debemos agradecerle al cariño que le tiene Gallego al club y la relación que conserva con nuestro cuerpo técnico. La orden en el entretiempo fue la de parar la mano. Los cambio de Machín y Godoy demostraron que su intención no era la de seguir llegando, porque cada ataque terminaría en gol. Pudo haber sido histórico. Me pregunto si Basile hará lo mismo el domingo que viene en una situación similar. Me asusta.
Lamentablemente, con la voluntad de Almeyda y las ganas de Gallardo no alcanza. Para colmo no está Ortega 10 puntos y la única mínima esperanza de gambeta o gol está con el sub 17.
Cuesta ver una luz en el camino. Pedimos no ver más a Cabral, y no darle más chances ni a N. Sánchez ni a Coronel. Pero no hay opciones. Quiroga, lesionado, sabemos que es lo mismo. Pezzela y Cohene Mereles son mejores, por el sólo hecho de que uno es un pibe y despierta ilusión, y al otro no lo hemos visto jugar en la 1era. Pedimos una chance para ellos entonces? No parece alcanzar.
Si no es Archubi es Abelairas, si no es Galmarini es Barrado. Si no es Bou o Fabbiani, es Andrés Ríos. La cura es siempre peor que la enfermedad. Entonces? Si la opción B es tan mala o peor que la A, busquemos una C. No nos generará más esperanza, pero habrá que buscar más abajo algún carrilero por izquierda y derecha. Habrá que probar a Gil, Lamela o Juan Antonio arriba, a ver si alguno responde. No resulta para nada simpático hacer jugar a pibes aún no maduros en la primera, pero esta es la situación hoy. No podemos seguir perdiendo con éstos que juegan ahora. Estamos a 5 puntos de Arsenal, a 12 de Racing, a 15 de Gimnasia, que ya es Promoción. Ni que hablar si empiezan a ganar Tucumán o Chacarita. Hay que buscar variantes, generar alternativas. No hay que seguir insistiendo con los mismos SIEMPRE, porqué? Por que PIERDEN SIEMPRE.
Buonanotte no está en su mejor momento. Tampoco MauroDíaz. Se los nota verdes. Pero saben llevar la pelota, lo cual en comparación a la mediocridad de sus compañeros, hoy es fortuna. Con ellos sí vale pena insistir en intentar explotarlos, en mentalizarlos que dejen la vida. Que se apoyen en los veteranos.
Diciembre no llega más. No es garantía de nada que llegue, de hecho, tengo la triste sensación de que cualquiera de los que gane viene con el único hambre de llenarse los bolsillos impunemente como lo hizo Aguilar en éstos últimos años. Pero tiene que llegar. Es necesario, para que sea de la manera que sea, lleguen 4 refuerzos en serio. De manera urgente necesitamos dos centrales, un volante y un delantero de área de verdad. Caso contrario, se aproxima un oscuro Apocalipsis.
Quedan 11 partidos. Por historia y necesidad de alegría, a Boca el domingo que viene tenemos que salir a matarlo, a buscar, como le dicen, “salvar el semestre”. Nos merecemos UNA alegría, al menos una. Hoy por hoy, parece una utopía, no tanto por el nivel del rival, sino porque cada día nosotros empeoramos.
La fe es lo último que se pierde. Esperemos que dentro de 10 días, de una vez por todas nos tapen la boca aunque sea un ratito.

¿Párrafo aparte para el impresentable vendehumo y obeso jugador nro. 23 y su gesto desubicado contra los justificados reproches de los hinchas? No vale la pena. Es un hecho que no se le renovará el contrato ni se le comprará el pase, y genera tranquilidad saber que éstos son los últimos 2 meses padeciéndolo.
Algo similar pasa con esta nefasta C.D.

Falta poco, pero falta mucho. Hay que seguir sufriendo, pero hay que seguir aguantando. Ahora más que nunca. No hay motivos razonables ni probados para creer que todo va a cambiar drásticamente de un día al otro. Pero somos River, todavía somos River, y ahí está depositada nuestra última esperanza.

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