domingo, 18 de octubre de 2009

El domingo cueste lo que cueste..




River empató esta tarde en cancha de Huracan en un partido más que entretenido que pudo ser para cualquiera de los 2.

Acertada decisión del Negro Astrada de devolverle la titularidad a un arquero que no había perdido el puesto dentro de la cancha. Saco pelotas impresionantes y fue gran responsable de la valla invicta de hoy (la primera en condición de visitante en todo el campeonato).

Almeyda se desenvolvió muy bien de zaguero central, y demostrando cuanto sabe jugar, hizo quedar en ridículo a N. Sanchez con simples pautas de ubicación en la cancha, jugando bien por abajo o ganando la posición en un mano a mano. Es básico, pero estamos tan acostumbrados a Cabral, Coronel, Sanchez, Gerlo, Quiroga, Tuzzio, que nos resulta raro ver tanto orden en la parte central de la defensa.

Nico Domingo es sacrificio y voluntad pero, lamentablemente con eso no alcanza. Desorientado, haciendo agua en el mediocampo y obligando a los centrales a ir a presionar adelante, hoy no rindio de la manera que el técnico buscaba conteniendo tiros de media distancia o distribuyendo el juego hacia los costados.

Los costados.... hasta cuando Abelairas? hasta cuando!?.. uno puede entender que el equipo necesita equilibrio en la mitad de la cancha pero, estamos ante un caso de un jugador que no marca ni aporta nada en ataque. Ni hablar de su ausencia de factores sanguíneos a la hora de demostrar personalidad, o del compromiso para llevar la pelota para adelante y hacerse cargo cuando le corresponde. LE QUEMA. La pelota permanece 2 segundos en sus pies y ya se desentiende jugando hacia atrás o, en la mayoría de los casos, entregándosela a los rivales.

Barrado no es ningún virtuoso, pero ante tan poco recambio, hoy tiene que jugar.

Si bien falto un 9, presencia en el área, y sobre todo, finesa a la hora de la definición, hacia tiempo que no generábamos tantas situaciones de gol en un partido. Hay que explotar la velocidad de Buonanotte y dejarlo practicando una hora después de cada entrenamiento cómo definir y cómo pegarle con la derecha. Cuando el Muñeco y el Burro se inspiran, lo dejan delante del arquero. Ambos, sólo por la chapa que tienen y porque de ellos se puede esperar alguna genialidad, merecen su lugar en este equipo. El domingo tienen que jugar. Cáceres y Paletta sumado a la edad de Ibarra, abren una puertita a la ilusión. Atrás, ellos son tan horribles como nosotros.

Será cuestión de contener a Riquelme, de vigilar a Palermo. Pero jugadores capacitados para esa tarea, hay sólo uno. Habrá que elegir en que sector jugará el Pelado, si siguiéndolo al 10 para evitar que genere juego y cortarles los circuitos de creación, o que se encargue del 9 y su potencial en el área. Asusta que regrese Cabral al equipo titular. Y asusta pensar como contendrán Ferrari y Villagra, de quienes conocemos su carencia en la marca, los desbordes de Mouche, Gaitán o Insúa.

Hoy, se firma el empate? teniendo en cuenta lo que tiene cada uno y como llegan, parecería aconsejable.

Pero.. son partidos aparte siempre y hay que ganarles, siempre. Somos locales, la gente reventará la cancha y apoyará incesantemente. Tenemos que ganar como sea.

Cueste lo que cueste..

jueves, 15 de octubre de 2009

Lamentable


Independiente aplastó a River en un lapso no mayor a 25 minutos. Llegó 3 veces, hizo 3 goles. No resulta difícil encontrar las razones de una nueva derrota, en este caso de local y contra un rival que hacía muchísimo tiempo no le ganaba a esta camiseta.
La evidente falta de categoría de Sánchez para rechazar una pelota sin pifiarla tirándola al córner. La desorientación de Navarro para descolgar un cabezazo bombeado. La repetida falta de personalidad de Villagra para imponer el cuerpo y ganar la posición y no perder la pelota en el área. La notable carencia de calidad de Coronel. Los 110 kilos de Fabbiani que no le permiten coordinar las piernas para empujarla a un metro del arco. La apatía de Galmarini. El frío de Archubi. El desconcierto de Bou. Los nervios de Buonanotte.
Debemos agradecerle al cariño que le tiene Gallego al club y la relación que conserva con nuestro cuerpo técnico. La orden en el entretiempo fue la de parar la mano. Los cambio de Machín y Godoy demostraron que su intención no era la de seguir llegando, porque cada ataque terminaría en gol. Pudo haber sido histórico. Me pregunto si Basile hará lo mismo el domingo que viene en una situación similar. Me asusta.
Lamentablemente, con la voluntad de Almeyda y las ganas de Gallardo no alcanza. Para colmo no está Ortega 10 puntos y la única mínima esperanza de gambeta o gol está con el sub 17.
Cuesta ver una luz en el camino. Pedimos no ver más a Cabral, y no darle más chances ni a N. Sánchez ni a Coronel. Pero no hay opciones. Quiroga, lesionado, sabemos que es lo mismo. Pezzela y Cohene Mereles son mejores, por el sólo hecho de que uno es un pibe y despierta ilusión, y al otro no lo hemos visto jugar en la 1era. Pedimos una chance para ellos entonces? No parece alcanzar.
Si no es Archubi es Abelairas, si no es Galmarini es Barrado. Si no es Bou o Fabbiani, es Andrés Ríos. La cura es siempre peor que la enfermedad. Entonces? Si la opción B es tan mala o peor que la A, busquemos una C. No nos generará más esperanza, pero habrá que buscar más abajo algún carrilero por izquierda y derecha. Habrá que probar a Gil, Lamela o Juan Antonio arriba, a ver si alguno responde. No resulta para nada simpático hacer jugar a pibes aún no maduros en la primera, pero esta es la situación hoy. No podemos seguir perdiendo con éstos que juegan ahora. Estamos a 5 puntos de Arsenal, a 12 de Racing, a 15 de Gimnasia, que ya es Promoción. Ni que hablar si empiezan a ganar Tucumán o Chacarita. Hay que buscar variantes, generar alternativas. No hay que seguir insistiendo con los mismos SIEMPRE, porqué? Por que PIERDEN SIEMPRE.
Buonanotte no está en su mejor momento. Tampoco MauroDíaz. Se los nota verdes. Pero saben llevar la pelota, lo cual en comparación a la mediocridad de sus compañeros, hoy es fortuna. Con ellos sí vale pena insistir en intentar explotarlos, en mentalizarlos que dejen la vida. Que se apoyen en los veteranos.
Diciembre no llega más. No es garantía de nada que llegue, de hecho, tengo la triste sensación de que cualquiera de los que gane viene con el único hambre de llenarse los bolsillos impunemente como lo hizo Aguilar en éstos últimos años. Pero tiene que llegar. Es necesario, para que sea de la manera que sea, lleguen 4 refuerzos en serio. De manera urgente necesitamos dos centrales, un volante y un delantero de área de verdad. Caso contrario, se aproxima un oscuro Apocalipsis.
Quedan 11 partidos. Por historia y necesidad de alegría, a Boca el domingo que viene tenemos que salir a matarlo, a buscar, como le dicen, “salvar el semestre”. Nos merecemos UNA alegría, al menos una. Hoy por hoy, parece una utopía, no tanto por el nivel del rival, sino porque cada día nosotros empeoramos.
La fe es lo último que se pierde. Esperemos que dentro de 10 días, de una vez por todas nos tapen la boca aunque sea un ratito.

¿Párrafo aparte para el impresentable vendehumo y obeso jugador nro. 23 y su gesto desubicado contra los justificados reproches de los hinchas? No vale la pena. Es un hecho que no se le renovará el contrato ni se le comprará el pase, y genera tranquilidad saber que éstos son los últimos 2 meses padeciéndolo.
Algo similar pasa con esta nefasta C.D.

Falta poco, pero falta mucho. Hay que seguir sufriendo, pero hay que seguir aguantando. Ahora más que nunca. No hay motivos razonables ni probados para creer que todo va a cambiar drásticamente de un día al otro. Pero somos River, todavía somos River, y ahí está depositada nuestra última esperanza.

jueves, 8 de octubre de 2009

A jugársela.




Arranca una nueva etapa.
Leo Astrada asumió la responsabilidad en este momento más que difícil y junto a Hernán Díaz intentarán cambiarle la cara a este grupo de jugadores apático y sin compromiso.
Puede que no haya sido la mejor de las decisiones (una más, y van...) de esta nefasta dirigencia, comprometiéndole el inicio de una etapa al próximo presidente que asuma en Diciembre.
Tal vez, lo más lógico hubiera sido darle una oportunidad a Omar Labruna por estos 12 partidos, que venga a dar una mano de corazón, y después le deje el camino libre a las próximas autoridades para comenzar con su proyecto desde cero en el inicio de 2010. Aún así, la designación de uno de los jugadores que más títulos cosecho en la rica historia de nuestro club y con una ya probada experiencia como DT, nos genera a algunos un poco más de esperanza por la “chapa” que pueda llegar a tener, junto con otro emblema como lo es Hernán.
Los jugadores son los mismos, el plantel sigue siendo tan mediocre como el domingo pasado, y sería iluso pensar que en 5 días va a salir el sol así como así. Pero si hay algo que puede llegar a alimentar las esperanzas de nosotros los hinchas, es que tanto Astrada como H. Díaz, apoyados en el liderazgo que representan Almeyda, Gallardo y Ortega, saben lo que es River, y pueden llegar a inculcarle a los más jóvenes (como Mauro Díaz, Bou u Orbán) ese compromiso que genera vestir esta camiseta.
Cierto es también que esta vez no va a contar, como en su etapa anterior, con el juego de un Lucho González, la enormidad de un Mascherano, los goles de un Cavenaghi, o el temperamento de un Ameli, por citar algunos nombres, entre otros, que conformaban su plantel anterior (sin olvidar figuras como Gallardo, Salas o Montenegro). Esta vez, tendrá que lidiar con los Cabral, los Ahumada, los Abelairas, los Rosales, los Archubi, los Barrado o los Galmarini (y más, y más), y deberá adaptarse a algo que es peor... que no hay otros.
En el cuerpo técnico estará la responsabilidad de borrar definitivamente a jugadores como Cabral que significan un peligro constante en nuestra área, o como Fabbiani y su desidia crónica de utilizar la camiseta para ganar sólo fama en el boliche de turno o espacio en los programas de espectáculo.
Deberán apostar a variantes nuevas en sectores de la cancha donde predomina el frío, como lo es la banda izquierda con Archubi o Abelairas, y darles rodaje a chicos como Villalva, Díaz, o Tortuga Fernandez.
Se la tendrán que jugar con planteos más ambiciosos, que nada se parezcan a los que proponía Gorosito, pidiéndoles a los laterales que lleguen hasta el fondo, desborden y jueguen hacia adentro, suplantando la incapacidad de los volantes para realizar esas funciones. Tendrá que darle un poco de aire a Almeyda en la mitad de la cancha, y lograr que Buonanotte o Keko sepan respaldarse en Ortega o Gallardo para no cargar con la pesada mochila de conducir al equipo y se queden con la libertad para generar fútbol recién de ¾ de cancha para adelante. La defensa… la defensa va a ser un tema. Cabral justifica partido a partido que no puede jugar nunca más. Coronel no solo no se asienta sino que tampoco demuestra categoría o potencial para seguir dándole oportunidades y llegue a adueñarse del puesto de 2do marcador central. Nicolás Sánchez jamás volvió a jugar como ese central seguro que pareció ser en sus comienzos previo a su lesión, sino que fue el principal compinche de la incapacidad de Cabral. Quiroga está lesionado pero su recuperación no genera nada de expectativas. Mussachio jamás tuvo su oportunidad en la zaga central y Gorosito decidió desprenderse de él rápidamente sin darle chances. No están más Tuzzio ni Gerlo, por suerte. Oliva está en Tigre. Las únicas alternativas son Cohene Mereles (el ganador del ‘Reality’) o Pezzela. Difícilmente jueguen peor que el ex compañero de concentración de Simeone en Racing, por lo tanto, habría que considerar una chance para ellos, que no serán LA solución, pero aliviarán un poco a los hinchas que se irritan viendo al número 24 haciendo papelones domingo a domingo.


Es muy compleja y complicada la tarea a realizar, pero hemos visto equipos de Astrada empeñados en atacar permanentemente y con una determinada línea de juego (con jugadores, es cierto, pero con una idea que nacía desde el banco) y eso genera una mínima luz de esperanza, por lo menos para terminar dignamente hasta diciembre, cuando una nueva dirigencia se encargue de traer 4 jugadores de jerarquía y borre a muchos personajes nefastos que conforman hoy a este plantel.
Éxito es lo que te deseamos Negro, porque vos conocés bien su significado, por el cariño que nos generás, y sobre todo, por el bien de River.

martes, 6 de octubre de 2009

¿Por qué ahora?


Fácil sería aparecer en tiempos de prosperidad, en tiempos de alegrías.
Fácil sería esconderse, hacerse el distraído, y seguir como si nada pasara.
En épocas llenas de frustraciones, tristezas, y de una resignación absoluta llena de temores por el presente y un futuro lleno de incertidumbre, se busca desde estas líneas desahogar un poco tanta bronca acumulada, expresar libremente y sin ningún condicionamiento, el verdadero sentir del hincha de River, el de verdad, el que deja todo por estar domingo a domingo en la cancha viendo solamente a los colores, de aquel que opta por sufrirlo por televisión o radio, y que necesita manifestarse de manera independiente sin que nadie intente manipularle la opinión.
Difíciles son las que estamos viviendo. Jodidas son las malas que nos siguen y nos persiguen y nos han llevado a las situaciones más insoportables en estos últimos años. Mirar para abajo da miedo, estamos hablando de la institución deportiva más importante del país, del club de mayor importancia y relevancia de la Argentina, al borde del abismo, a punto de caer. Es doloroso.
Estamos políticamente en las manos de Dios, y en diciembre los socios nos jugamos el partido más importante de la historia de nuestro club. No sabemos a quién votar, pero sí sabemos a quien NO votar. En nosotros está enterrar por un tiempo muy largo a los causantes y responsables del hundimiento. Nos jugamos todo, el volver a ser River, el que siempre conocimos, o el seguir en este camino descendente que sin escalas nos lleva al peor de los lugares.

Desde este rincón buscaremos expresar el día a día de este amor incondicional, intentando reflexionar y dejando en claro que no nos van a callar, porque la esencia es lo único que no hemos perdido, y es ella la que nos permite distinguirnos de los demás simpatizantes de otros clubes, la que nos da más chapa en la charla futbolera, la que todavía nos sigue diciendo que somos River Plate, Millonarios de Galera y Bastón, y que contamos con un indistinguible e indiscutible Paladar Negro, que permanecerá por Siempre en nuestra piel, tal como lo hace esa banda roja que nos cruza el alma.